Un buen libro es el que nos mantiene interesados en cada página y mi sorpresa fue muy grata con esta novela de Javier Castillo. Este autor español nacido en 1987 y consultor de finanzas, decidió llevar su pasión por la escritura a otro nivel al empezar esta novela en el tren de vuelta a su casa, todos los días después del trabajo.
La historia empieza con un hecho contundente que presagia la originalidad del libro y a partir de ese momento no paran de desencadenarse todo tipo de emociones. Algo particular es la narrativa en la que se van entrelazando historias paralelas que suceden en diferentes años y ciudades, que al final se conectan entre sí como parte de la trama.
El tema principal es el poder del destino, que a pesar de que trate de cambiarse termina siendo inevitable. Aunque en cada capítulo Javier va revelando pistas acerca del rumbo que tomará su relato, existen varios giros inesperados que no paran de sorprender hasta la última página.
El nivel de detalle de los escenarios. los sentimientos y motivaciones de los personajes es impecable al punto de generar una empatía con la mayoría de ellos, aunque no sean precisamente los clásicos héroes o heroínas de la historia a los que estamos acostumbrados.
Una novela para tener el corazón en la mano que defiende un amor que es capaz de cualquier cosa y los sentimientos genuinos que luchan por triunfar pese a inimaginables aversiones de la raza humana.
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