Para los que hemos trabajado en empresas grandes llenas de compañer@s de todos tipos sabemos lo interesante que puede volverse el trabajo al estar rodeados de esta cantidad de personajes de los que quiero hablar hoy y que recopilé a lo largo de mi carrera profesional.La escaladora: sorry mujeres por caer en los estereotipos sexistas que no nos gustan pero a deben admitir que siempre hay una que apunta de escote y minifalda va subiendo de puesto aunque sus capacidades sean dudosas. ¡Muchachas estudien, que eso se ve muy feo!.
El galán: tal vez no es el mae más guapo del mundo pero como no es feo y es lo mejorcito que hay en la oficina, se convierte en “la sensación del bloque”. El mae entró a la empresa siendo un simple mortal y ahora camina por lo pasillos como Luis Miguel en sus buenos tiempos de melena (ahora que salió la serie en Netflix creo que va a volver a estar de moda)
La intrigante: salida de las mismísimas novelas mexicanas (de Marimar para arriba) se caracteriza por quejarse de sus compañeros con cuanta persona le pasa por enfrente, no dejar ni a uno vivo e intentar que los otros caigan en el juego de hablar mal de las demás personas. Se alimenta del chisme, de café y pan con natilla. Si ve una, corra!!!
El infiltrado: es amigo del jefe o del dueño y como parte de esa amistad debe informarle todos los movimientos que realizan los demás empleados, no le interesa hacer amigos por que sabe que está bien montado y maneja datos de las altas alcurnias de la empresa.
El sapo: puede ser “el” o “ella” pero siempre tiene que haber al menos uno en cada oficina. Es el típico que juega de proactivo con patéticos intentos de destacar por medio de tareas que nadie desea hacer; ir a comprar un queque, decorar la oficina para el 15 de setiembre. Nadie valora su trabajo pero la gente se aprovecha de su “sapes”.
La pobrecita: esta muchacha seguro tuvo problemas en su infancia o con algún novio que la dejó pero el tema es que quedó bien jodida. Tiene un complejo de persecución brutal y piensa que toda la oficina tiene un complot en su contra. Cada vez que llega a un cubículo siente que están hablando de ella y que le hacen “bullying”.
El bombeta: le guste a quien le guste, este personaje contagia de alegría a todos porque siempre trae una nueva historia, organiza actividades, compra chocolates y hace que las personas salgan un rato de la monotonía. Por supuesto que a la gente más tímida o seria les cae mal su forma de ser tan intensa.
La soyla: a esta pobre la ponen a hacer cuanta cosa se le ocurra a su jefe; desde preparar café, pasando por recortar volantes, archivar, llamar a pedir comida express, nadie tiene claro su puesto pero es increíble como siempre mantiene una sonrisa sin importar lo que la pongan a hacer.
Estos son solo algunos de los personajes de oficina que uno se topa, ¿cuáles les han tocado a ustedes?
Trabajar es toda una experiencia y es aún mejor si aman lo que hacen.
¡Feliz Día!