Crecí viendo los libros de Tía Florita en la cocina de mi casa y mi mamá siempre me contaba que fueron su principal herramienta cuando ella se casó. Recuerden que antes no existía google, internet ni nada de eso.
Conocí a Tía Florita el año pasado en la filmación de un comercial y mientras esperábamos en el carro a que fuera su turno para grabar, decidimos que con su trayectoria y mi experiencia en marketing digital podríamos hacer algo interesante.
Empecé a reunirme con ella cada cierto tiempo y me quedé sin palabras al darme cuenta de la pasión, energía y emoción con la que trabaja, son realmente admirables. Hoy puedo decir que me ha dado muchas lecciones de vida:
Hay que sudarse la chaqueta: esto lo dice mucho ella cuando me explica que las cosas no caen del cielo, hay que perseguir nuestros sueños y hacer que sucedan.
No importa cuál sea su trabajo, sea el mejor en eso: su mamá fue uno de los pilares en la persona que es, siempre le decía que así fuera zapatera o lo que decidiera hacer fuera la mejor.
Tener una libreta siempre a mano: el otro día me confesó que tiene una libreta en la mesa de noche porque cuando se le ocurre alguna idea de negocio prende un foco y empieza a apuntar todo. ¿Cuántas de nuestras recetas favoritas habrán salido de esa.
Nunca es tarde: la primera vez que Doña Flora salió en televisión tenía 48 años, a veces creemos que ya estamos muy viejos para ciertas cosas o que no vamos a ser exitosos por empezar tarde.
Buscar el propio estilo: una de las claves para empezar a construir su éxito fue hablarle a las espectadoras como una amiga más, en una época en que los chefs eran super gourmet, ella le enseñaba a las mujeres a hacer un almuerzo normal para su casa de la mejor manera.
Cuidar la marca personal deja frutos: a mi me impresiona lo respetada que es su marca personal. Mientras que veo memes de muchos personajes contemporáneos, su reputación está intacta y el cariño que le expresa la gente en redes sociales y cuando se la encuentran en la calle permanece con el pasar de los años.
Mantenerse actualizado: cuando yo me siento con ella a hablar en las reuniones sobre Facebook e Instagram, lejos de resistirse, me encanta como tiene clarísimo que para mantenerse vigente debe aceptar las nuevas tecnologías y tendencias.
Puedo confesar que Tía Florita se ha convertido en mi ídolo y desearía llegar a su edad con ese espíritu y ganas de seguir haciendo negocios. Por ese empuje, ganas e ilusión en cada proyecto que hace, ahora que la conozco ya no me extraña que sea un ícono de nuestro país.