Ticadas en diciembre

 
Llegó la época del año más esperada de muchos: diciembre. Con solo escribir esto, ya me empezó a oler a aguinaldo, digo a tamal.
Quiero tratar de resumir qué hace tan especial este mes o, mejor dicho, qué hacemos nosotros para que sea tan esperado.
Muchas de las tradiciones, a pesar de que no son solo en nuestro país, las incluyo como ticadas porque también las practicamos, pero, sobretodo, las disfrutamos.

Con respecto al clima, uno sabe que está en diciembre aun sin ver el calendario, porque las lluvias empiezan a desaparecer, el sol sale y sentimos esos «vienticos navideños”, que se supone son los alisios. Vamos corriendo a buscar la ropa más abrigada. Todo lo que tiene peluche, gorros y guantes se permiten, muy neoyorquino todo.

De la decoración navideña ni hablo mucho, porque está puesta en las tiendas casi apenas termina la celebración del 15 de septiembre. Agradecimiento al expadre Minor porque ahora nos saltamos Halloween…

Entre las tradiciones curiosas está la de visitar el famoso barrio de San Joaquín de Flores en el que decoran las casas de manera impresionante.Yo solo lo he visto por tele. A ver si algún día me invitan…

Nosotros no tenemos a Santa Claus. Aquí el que viene es el mismísimo “Colacho”.A mí esta palabra me sonaba retica, como los apodos que le ponemos a todo, pues resulta que tiene origen europeo ¡‘pa’ que vean!

El Buki se convirtió en el ícono de la navidad sin tí y la canción es el hit #1 de los foreveralones en los karaokes de diciembre.

¿Y qué me dicen de ‘bebiembre’? Ya al mediodía del 1º de diciembre a uno se le empiezan a abrir las boquillas como si llevara dos días sin agua en el Sahara. Así que hay que tomar todos los días, brindar porque se acaba el año, porque viene el aguinaldo, por los amigos, porque nació la hija de la prima del vecino y por todo lo demás que se le ocurra como excusa. 

Pero curiosamente el evento en que más se disfruta tomar y en el que la gente lo da todo es la fiesta del trabajo. Es una especie de catarsis por tanto brete. Uno ve cada cosa como si a todos se les olvidara que el lunes de nuevo se ven a las 8 a.m., muy dignos. Deberían hacerlas el último viernes laboral para que hayan más días de gracia para quitarse la goma moral.

Vamos, o más bien, van todo el año al gym, pero diciembre es otro tema: tamales, rompope, pierna de cerdo y otras delicias navideñas van para adentro sin ninguna contemplación ni cuenta de calorías. ¡Qué delicia!

Llevar la agenda en esta época es complicado porque entre las tamaleadas, cenas, cafés, reuniones, desayunos, bbqs, almuerzos y heladitos cuesta quedarle bien a todo el mundo bien. Pero cómo se goza. Por dicha es solo un mes al año, porque si no fuera así el PIB bajaría aún más en dos toques.

También el amigo secreto es todo un tema. Típico que a uno o le toca la persona del grupo que menos conoce, lo cual conlleva a la la inminente pregunta de “¿qué %#$£& le regalo?” o la mejor ‘amiguis’, que es una necia y pasa insistiendo todo el día si uno sabe quién le da. 

Lo que debería ser motivo de cárcel es no llevar el regalo el día que se entregan. Siempre todo el mundo feliz abriendo regalos mientras una persona, con las manos vacías al fondo, dice mientras disimula una lagrimita: «no importa, si no vino debe tener una razón».
A Zapote hay que ir aunque sea una vez, pueden decir que los molotes, que los pachucos, que el desorden, pero diciembre sin Zapote no es diciembre. Aunque hagan caras, saben que es cierto.

En la semana de Navidad ya se empiezan a saborear las vacaciones. Estrenamos para esos días de fiestas y disfrutamos de esas cenas con puré de camote con marshmallows.

Finalmente, un día después de abrir regalos, uno alista botas, camisa de cuadros, hielera a full y se va para el tope nacional. Es muy difícil explicarle esta actividad a un extranjero, porque es simplemente gente tomando sobre los caballos, mientras más gente tomando los ve desde la acera. Sea como sea, ser vaquero por un día, es un chuzo.

Y con la goma del tope aún medio viva, agarramos todos los chunches y nos vamos a llenar todas las playas del país, porque solo nos queda aún una semana de familia, amigos y fiesta.

¡Súbase a la carreta, que llegó diciembre!

2 respuestas para “Ticadas en diciembre”

  1. Que bruta!!!
    Genial la forma en que genera chota a la tica con un estilo descriptivo muy puntual y acertado.
    Felicidades!!!
    Muy bonito encontrar una nueva «pluma» nacional.

    Me gusta

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