En pleno Julio la lluvia se pone cada vez más intensa. El cielo amanece cada día más gris, las calles cada vez se ponen más tristes y para rematar acaban de terminarle.
Cada vez que se ve al espejo siente que nunca nada será igual, que no volverá a querer por el resto de su vida, que el amor no fue inventado para usted. Mientras tanto le empieza a faltar el aire, siente un hueco en el estómago y una horrible sensación empieza a invadir todo su cuerpo. “Me voy a morir” piensa.
Aunque yo creía lo contrario, resulta que la gente de amor si se muere. En unas fuentes muy confiables de Google me enteré que existe una condición médica a la que llaman el «síndrome del corazón roto», que se da después de una pérdida o rompimiento amoroso en algunas personas. Provoca una falla cardíaca que sin tratamiento conduce a la muerte.
Yo sé que en este momento su mente suicida debe estar pensando; ¡lo sabía! Desgraciadamente debo decirle que solo afecta a adultos mayores y que su única alternativa en este momento le guste o no es vivir.
Sé que a lo mejor no sabe por dónde empezar pero estos consejos van a ayudarle:
Viva su luto: como dije aquella canción mexicana lloraaaaaaarrrrrrrrrrrr y llorarrrrrrrrrrrrr, lloraaarrrrrrrr y lloraaaaaaaaarrrrrrr. En resumen llore hasta que quedo seco como ciruela deshidratada, saque toda esa basura que tiene acumulada.
Entierre al muertico: deshágase de todo lo que le recuerde al difunto, los regalos (a menos que sean cosas muy caras esas déjeselas porque se las ganó) borre todos los mensajes, fotos y cualquier archivo existente que haya de la relación. Yo sé que no quiere pero créame que ya no los va a necesitar.
Invente un mantra: haga una combinación de dos o tres frases que le suban el ánimo y repítalas todos los días apenas se levante. Me crea o no vale la pena intentarlo, somos lo que pensamos.
Ayúdate que yo te ayudaré: a pesar de que seguro no tiene una muy buena actitud hacia la vida en esta etapa, lo importante es que aunque sea una célula de su cuerpo quiera salir adelante porque nadie va a venir a sacarlo de esto con grúa si usted no coopera.
Mejor calidad que cantidad: rodéese solo de las personas que le aportan algo positivo a su vida. No importa que sean solo 4 gatos, le aseguro que lo(a) van a ayudar a salir del hueco.
Salga: nadie le espera que sea el alma de la fiesta ni que salga hasta las 4:00 a.m, pero grábese esto NO – SE – ENCIERRE. Vaya échese agua bendita a la Basílica, desayune tortilla de queso en las montañas o por lo menos pasee al perro. La distracción es sumamente necesaria y le aseguro que la otra persona no está guardada en la casa llorando.
No saque clavos: se empieza a sentir un poquito mejor y un día le pasa una babosa en frente que no está mal. ¡Ahí está la solución! Recuerde que lo barato, sale caro y después de usarla(o) no va a saber cómo quitársela(o) de encima. No embarre a otros en las cosas que usted solito(a) se metió o el karma le aseguro que le va a cobrar la factura.
Chao música plancha: canciones que incluyan “porqué me abandonaste”, “yo no nací para amar nadie nació para mí”, “que estoy muriendo, muriendo por verte” cámbielas apenas empiecen a sonar. Recuerde que esto se trata de salir adelante, no de hacer más grande la herida.
Tiempo: ni siquiera haciendo todos los pasos anteriores puedo asegurarle que va a ser fácil o rápido el proceso. Le toca esperar, no hay de otra.
Ante todo recuerde que ya pasó por donde asustan, que jamás hoy va a ser peor que ayer y que no hay mal que dure cien años, de hecho en unos meses ya debería habérsele olvidado y en caso de que no, es recomendable que se pague a ver.
La de Rojo 